En una casa vecina abandonaron a Pepito en el jardín, así que todos los días le llevaba pepitas - wiskas de ahí su nombre jejejeje; un muchacho lo adoptó pero lo devolvió a los pocos días… Ahí se iniciaron las negociaciones para traerlo a la casa… después descubrimos que Blanquita se escapaba para jugar con él y eso nos conmovió aun más, eran amigos y no lo sabíamos. Lo adoptamos y se llevan de maravilla, son los gatitos mas juguetones del mundo jajajaja
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